En un blog que busca entender la realidad, se hace imprescindible hacer alusión a una parábola que retrata de forma tan nítida, la visión ingenua que en muchísimas ocasiones tenemos los seres humanos respecto de los propósitos que nos planteamos, y su posible concreción a futuro. ¿Por qué ingenua? Subestimamos un importante participante: El azar. A veces, cuando finalizamos un "viaje" que emprendimos, nos damos cuenta que el lugar donde arribamos, no es al que pretendíamos llegar, o en su defecto creemos estar camino a lo que proyectamos, pero el "vehículo" que nos lleva, cambió de trayecto sin darnos cuenta. Asimismo, podemos sentir que avanzamos, y un evento inesperado, no hace más que estancarnos, y en el peor de los casos, mostrarnos lo débiles que podemos ser frente a la realidad.
Si disponés de tiempo para verte reflejado/a en una escenificación breve y simbólica, te invito a que leas el siguiente relato: http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/euro/kafka/ante_la_ley.htm.
A continuación, un paralelismo entre las situaciones manifiestas en él y las respectivas deducciones:
* El campesino quiere ingresar por la puerta, no puede, y el centinela le dice que "tal vez" lo logre algún día = Siempre que se anhele un objetivo, hay igual cantidad de posibilidades de que se concrete, y de que no. Incluso siendo optimistas, o pesimistas. Se debe a que no solo dependerá de nuestras acciones lograrlo, sino de circunstancias que escapan de las manos.
* El centinela advierte que si lo desea, el hombre podrá insistir y probar atravesar la puerta, pero atrás de él hay otros más poderosos = Una persona puede insistentemente intentar conseguir algo, pero si no sucede, es porque podría no ser el momento. Las cosas que se advierten detrás, pueden ser peores. O las que vienen, mejores, y no serán disfrutadas en todo su esplendor sin atravesar las peores.
* El campesino luego de esperar mucho tiempo, intenta sobornar al centinela y darle cosas. Este las recibe, sin dejarlo pasar. Le aclara que "No desea que piense que omitió esfuerzo alguno" = Las personas, tienden a hacer hasta lo último que pueden con tal de alcanzar una meta. Al no lograrlo, se cuestionan si de algo valieron la pena esos pequeños "buenos momentos" o "indicios" que le hicieron creer que sí, y no dan valor al significado de su perseverancia y por lo tanto de sí mismos, para afrontar el futuro. El centinela, con sus palabras, advierte de esto.
*Tras llegar a la vejez, el campesino pregunta al guardián cómo es posible que nadie más que él pretendiera entrar. El centinela contesta que la entrada era solo para él. = Una vez transitado el camino de la existencia, la realidad, es que el objetivo de nuestra vida no pasó por esa meta específica que nos propusimos (sea por decisión propia o porque el destino la impuso), sino por la vivencia en general, que es única en cada individuo. El universo nos labra un destino, y nosotros estamos solo para afrontarlo de la mejor manera que podemos.
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